Lunes 2ª semana Tiempo Ordinario 2ª semana del salterio
San Arnoldo Janssen, San Pablo Ermitaño.
Primera lectura: 1 Samuel 15, 16-23
La obediencia vale más que el sacrificio. El Señor te ha rechazado como rey.
Salmo: 49, 8-9. 16bc-17. 21 y 23
R/. Al de conducta íntegra le haré ver la salvación de Dios.
Evangelio: Marcos 2, 18-22
En aquel tiempo, los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos estaban guardando un ayuno, y algunos de ellos se acercaron a Jesús
para preguntarle:
—¿Por qué los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan y, en cambio, tus discípulos no ayunan?
Jesús les contestó:
—¿Pueden acaso ayunar los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? En tanto tengan a su lado al novio, no tienen por qué ayunar.
Ya llegará el momento en que les faltará el novio; entonces ayunarán. Nadie remienda un vestido viejo con una pieza de tela nueva, porque
la tela nueva tira de la vieja, y el roto se hace mayor.
Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo rompe los odres, y se pierden al mismo tiempo los odres y el vino. A vino nuevo, odres nuevos.
Reflexión:
Jesús no vino a fundar un grupo ascético/penitencial, s la Buena Noticia, el portador de la alegría de Dios. Con él no se puede ser ni estar triste. Su historia está vinculada a la alegría, desde el naci ino vitalista. Él esmiento a la resurrección; alegría que no la empaña la cruz. No ha venido a entristecer ni enlutar la vida, sino a dibujar una sonrisa serena, fruto de la experiencia de la opción de Dios en favor del hombre. ¿Por qué queremos cubrir de crespones negros o morados el Evangelio? Además, es el diseñador de un nuevo proyecto; no es más de lo mismo, más vino del mismo vino; no es un apaño ni un remiendo. Y es su vino el que hemos de beber, y de su nuevo paño con el que hemos de revestirnos. La verdadera penitencia cristiana es la conversión a Dios y a los hermanos.