Miércoles 23º semana Tiempo Ordinario 3ª de salterio
Beato Buenaventura.
Primera lectura: 1 Corintios 7, 25-31
¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre de mujer? No busques mujer.
Salmo: 44, 11-12. 14-15. 16-17
R/. Escucha, hija, mira, acerca tu oído.
Evangelio: Lucas 6, 20-26
En aquel tiempo, Jesús, mirando a sus discípulos, les dijo:
—Felices ustedes los pobres, porque el reino de Dios es de ustedes.
Felices ustedes los que ahora tienen hambre, porque Dios los saciará.
Felices ustedes los que ahora lloran, porque después reirán.
Felices ustedes cuando los demás los odien, los echen de su lado, los insulten y proscriban su nombre como infame por causa del Hijo del hombre.
Alégrense y salten de gozo cuando llegue ese momento, porque en el cielo los espera una gran recompensa. Así también maltrataron los antepasados de esta gente a los profetas.
En cambio, ¡ay de ustedes los ricos, porque ya han recibido el consuelo que les correspondía!
¡Ay de ustedes los que ahora están saciados, porque van a pasar hambre!
¡Ay de ustedes los que ahora ríen, porque van a tener dolor y llanto!
¡Ay de ustedes cuando todo el mundo los alabe, porque eso es lo que hacían los antepasados de esta gente con los falsos profetas!
Reflexión:
“Bienaventurados los pobres, los que sufren, los que tienen hambre y sed… dicho Jesús nos parecería una tomadura de pelo -¿y aún así, no?-; ” (Lc 6,20-23), “lo débil del mundo” (I Co 1,27). Si no lo hubiera pero son palabras suyas y, sobre todo, son su vida. No son un sermón improvisado, de circunstancias; se encuentran al inicio (Lc 4,16ss; Mt 5,2ss), en el centro (Mt 11,2-6) y al final de la vida de Jesús (Mt 25,31ss).
Son su filosofía, o mejor, su teología… Porque ellas nos hablan, en primer lugar, de Dios, de sus preferencias y de sus sufrimientos por el deterioro de su imagen más preciada: el hombre. No son palabras para hacer demagogia, sino para evangelizar la vida. Estas palabras son, en la versión lucana, anuncio y denuncia; felicidad y juicio; sabiduría y necedad; teología y antropología; gracia y ética… Son el proyecto de una vida, la de Jesús, y un proyecto de vida, la del cristiano.