Miércoles Fiesta 5ª semana Tiempo Pascual

San José Obrero

Primera lectura: Génesis 1, 26 - 2, 3.

Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno.
 


Salmo: 89, 2. 3-4. 12-13. 14 y 16


R/. Haz prósperas las obras de nuestras manos, Señor.
 


Evangelio: Mateo 13, 54-58

En aquel dijo Jesús a los discípulos:

Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.
 


Reflexión:

La fiesta de san José obrero ofrece la posibilidad de una breve re flexión sobre la dignidad del trabajo o, como diría san Francisco, so bre “la gracia de trabajar”. Las lecturas bíblicas presentan a un Dios “trabajador”, que creó al hombre trabajador (1ª lectura), y al encarnarse lo hizo como trabajador y en una familia de humildes trabajadores (evangelio). “Mi Padre continúa trabajando y yo también trabajo” en las tareas del Padre (Jn 5,17). Hoy es un día para orar por la “gracia” del trabajo, digno y humanizador para todos, por los trabajadores, por los creadores de trabajo, por lo que aún no tienen trabajo, para que lo encuentren y puedan vivir con dignidad y autonomía. Pidámoslo por la intercesión de san José, de quién Jesús aprendió a ser hombre y trabajador.
 


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