Benjamín Echeverría. Presidente de SERCADE

Benjamín Echeverría. Presidente de SERCADE

 

"La salud y el desarrollo no pueden esperar: el compromiso capuchino con las comunidades más vulnerables de México"

El hermano Benjamín Echeverría, presidente de SERCADE (Servicio Capuchino para el Desarrollo), ha viajado recientemente a México junto a Xabier Parra, director de la organización, para conocer de primera mano los proyectos que los frailes capuchinos llevan adelante en algunas de las comunidades más vulnerables del país. En esta entrevista, comparte su experiencia y reflexiona sobre el impacto de estas iniciativas.

Desde hace más de siete años, los capuchinos han impulsado en México proyectos fundamentales en áreas como la salud y la agricultura. A través de SERCADE México, han logrado estructurar un sistema de atención médica itinerante que recorre 49 comunidades de 4 municipios de la mixteca norte en el estado de Oaxaca, brindando servicios de odontología, medicina general, enfermería, nutrición, psicología, fisioterapia y optometría. Además, han desarrollado iniciativas de agricultura ecológica para mejorar la alimentación de las familias locales.

Esta labor responde a una realidad marcada por la precariedad en el acceso a la salud y a oportunidades económicas. En muchas de estas comunidades, las distancias y la falta de recursos limitan el acceso a tratamientos médicos, lo que hace que el camión sanitario y los dispensarios sean esenciales para miles de personas. Al mismo tiempo, los programas de agricultura buscan diversificar la producción local, más allá del tradicional cultivo de frijoles y maíz, promoviendo la seguridad alimentaria.

SERCADE México canaliza los fondos necesarios para sostener estos proyectos a través del apoyo de la Provincia Capuchina de España y de un sistema de "canon de recuperación", donde los pacientes contribuyen con una pequeña cuota asequible. Todo esto se suma a un esfuerzo constante por integrar la labor social dentro de la identidad capuchina, con el deseo de ir extendiéndola a otras zonas del país.

En esta entrevista, el hermano Benjamín nos habla de los logros alcanzados, de los retos aún pendientes y de cómo cualquiera puede sumarse a esta causa solidaria.

Desde hace varios años, los capuchinos han estado impulsando proyectos de apoyo en México. ¿Cuáles son las principales necesidades que han identificado?  Desde el año 2017 comenzamos un proyecto de solidaridad en el ámbito de la salud. Los frailes de la fraternidad de Chalcatongo se dieron cuenta de que los servicios médicos en la zona eran muy básicos y que la gente necesitaba apoyo. Así surgió la idea de comprar un camión equipado como consultorio odontológico y farmacia móvil, que pudiera llegar a diferentes comunidades.

 

 

 

Hoy en día, este camión sanitario atiende a 49 comunidades de 4 municipios, y en los últimos años hemos ampliado los servicios con la apertura de dispensarios. Empezamos con odontología, pero pronto añadimos medicina general, enfermería, nutrición, psicología, fisioterapia y optometría.

¿Cómo ha sido recibido este trabajo en México?
Para los capuchinos, este ha sido uno de los proyectos más acertados. Hemos recibido mucho reconocimiento y gratitud, tanto por nuestra labor pastoral como por este servicio de salud. Las comunidades hablan mucho de este proyecto porque ha mejorado la vida de muchas personas.

¿Quiénes conforman el equipo médico y cómo se financia el proyecto?
El personal médico es contratado. Tenemos médicos generales, odontólogos, enfermeras, un psicólogo, un fisioterapeuta, un nutricionista y un optometrista. Siempre hay un fraile capuchino que coordina el dispensario. Pues sobretodo del fondo que tenemos de solidaridad en España, también de las aportaciones que ellos reciben y desde siempre hemos creído que los servicios médicos tienen que pagar una pequeña cuota, allí llamada "canon de recuperación". 
Los servicios que se ofrecen igual son un tercio más económicos que lo que cuesta en una consulta normal. Para ellos es muy económico, les invita a implicarse en el mismo y para el proyecto es importante ofrecer esta visión colaborativa.

 

 

 

Además del área de salud, ¿qué otros proyectos han desarrollado los capuchinos en estas comunidades?
También trabajamos en un proyecto de promoción agrícola. Queremos que los agricultores diversifiquen sus cultivos y no dependan solo del frijol y el maíz. Por eso, hemos impulsado la agricultura ecológica con invernaderos donde se cultivan verduras como tomates y pepinos. Un ingeniero agrónomo capacita a los campesinos y da seguimiento a sus cultivos.

¿Se trata de cultivos comunitarios o familiares?
Inicialmente eran comunitarios, porque muchas comunidades aún siguen el sistema de "usos y costumbres", pero con el tiempo ha pasado a ser un modelo más familiar.

¿Podrías compartirnos algún testimonio que refleje el impacto de estos proyectos?
Más que un testimonio puntual, lo que hemos visto es un agradecimiento generalizado. Recientemente estuvimos en Morelos, en un invernadero donde una comunidad está cultivando verduras. Los chicos del colegio local también participan en el cultivo como parte de su formación. Fue muy bonito ver cómo ellos mismos nos explicaban su trabajo y lo orgullosos que estaban de aprender sobre el proceso de cultivo.

 



¿Cuántas personas se benefician de estos servicios? 
El proyecto atiende a más de 10.000 personas con necesidades médicas. Además, muchas viajan durante horas desde comunidades lejanas para recibir atención en el dispensario.

¿Cuáles son las enfermedades más comunes en la zona? 
La mayor demanda es en odontología, porque la salud bucal es un problema importante. 
También atendemos muchos casos de diabetes y otras enfermedades crónicas.

¿Tienen algún enfoque especial en la atención infantil? 
Sí, especialmente en el área psicológica. Pensábamos que la gente mayor indígena no acudiría al psicólogo, pero descubrimos que muchos niños necesitan apoyo por temas de prevención en las escuelas, como el bullying y la violencia familiar.

Para quienes quieran ayudar, ¿cómo pueden colaborar con estos proyectos?
Quien ayuda lo hace por un tema humanitario. Es importante entender que no estamos solos, que debemos cuidarnos unos a otros y ayudar en lo que podamos. Las personas interesadas pueden contribuir a través de SERCADE México, ya sea con donaciones económicas o difundiendo el trabajo que realizamos.

 

Si deseas colaborar en esta gran obra social llama ahora al teléfono: 673.067.407 y descubre cómo participar en este mundo mejor que todos queremos. Gracias

 

 

(Luis López, Coordinador de Capuchinos Editorial)

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