Comida de Navidad en la Comunidad de Sant'Egidio

"Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a  tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez y tengas ya tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos". (Lucas 14,12-14)

Comida de Navidad en la Comunidad de Sant'Egidio

La comida de Navidad con los pobres es una tradición de la Comunidad de Sant'Egidio desde que, en 1982, un pequeño grupo de personas pobres fue acogido alrededor de la mesa de la fiesta en la Basílica de Santa María in Trastevere. Fueron unos 20 invitados: algunos ancianos del barrio, de los que ya éramos amigos desde tiempo, que aquel día habrían estado solos, y algunas personas sin hogar que conocíamos de las calles de Roma.

Han pasado más de 20 años desde aquella primera comida: desde entonces la mesa se ha alargado cada año y desde Trastevere ha llegado a muchas partes del mundo, allí  donde está presente la Comunidad.

Una Navidad extraordinaria que en este año 2013 ha llegado a más de 160.000  personas en 64 países diferentes: personas que viven en la calle, en las residencias, en las cárceles: todos aquellos pobres que la Comunidad ayuda durante el año y muchos otros que se han añadido a la fiesta.

¿Porqué en Navidad la Comunidad quiere sentarse con los pobres alrededor de la mesa de la fiesta?

La Comunidad es una familia reunida por el Evangelio. Por ello, en Navidad cuando todo en todo el mundo las familias se reúnen alrededor de la mesa, la comunidad lo celebra con los pobres, que son nuestros familiares y nuestros amigos.

San Francisco decía que la Navidad era la “fiesta de las fiestas", y por ello debía abrazar a todos y no dejar a nadie excluido. Tomás de Celano explica que “Francisco quería que en este día, los mendigos fuesen saciados por los ricos y que los bueyes y las mulas recibiesen una ración de comida y de heno más abundante de lo normal.”

En Greccio, el pueblo de la región del Lazio donde preparó por primera vez el pesebre, San Francisco se presentó al almuerzo de los frailes que festejaban, vestido como un pobre, sólo para recordarles que todos debían participar en la fiesta, particularmente los pobres.

En Navidad, en todo el mundo, las familias se reúnen, compran regalos para intercambiar bajo el árbol, prepararan la mesa para la fiesta: para quien no tiene a nadie, esta fiesta, más que otras, se convierte en un día realmente triste.

Por ello la Comunidad desea, justo en el día que nace Jesús pobre para salvar al mundo, reunirse con una gran familia, donde todo el mundo se pueda sentir como en casa: es la imagen más bonita, que explica de forma elocuente su manera particular de estar con la gente, sobretodo con quien es más pobre.
 

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