Nuestra andadura comenzó en abril de 2014. El Hogar Hermana Luna fue un proyecto que nació, sobre todo, de la ilusión, del deseo de servir y del sentimiento de crear familia. Por iniciativa de los Padres Capuchinos y junto a ellos, un grupo de hombres y mujeres voluntarios, apoyados por el Servicio Capuchino de Cooperación al Desarrollo-Aragón, nos pusimos manos a la obra y lo preparamos. En el primer párrafo del proyecto está claramente definido el objetivo principal del Hogar:
“Este proyecto trata de dotar de alojamiento y derecho a cocina a mujeres jóvenes, tanto trabajadoras como en proceso de realización de estudios. El sector de jóvenes al que se dirige se determinaría en función de un único perfil: situación económica desfavorecida demostrada”.
Ese objetivo, en conjunción con ilusión, deseo de servir y sentimiento de crear familia responde a necesidad social acuciante: el preocupante aumento durante los últimos años de la cantidad de mujeres solas, en situación económica precaria, que carecen de un alojamiento digno y cuando lo consiguen, en muchas ocasiones, los precios pagados por un alquiler compartido son muy elevados para su presupuesto. Frecuente es, también, la situación de jóvenes cuyos problemas económicos les impiden desarrollar su labor estudiante en Zaragoza al no poder costearse una habitación o incluso el viaje a su municipio de residencia, por lo que tristemente se vienen produciendo muchos abandonos de estudios. Es una cara especialmente fea de la pobreza existente en nuestra denominada “Economía del Bienestar”.
Y así se hizo, pensando en todas estas mujeres. El uno de abril abrió sus puertas el Hogar Hermana Luna. Ese mismo abril llegaron las primeras chicas, ocuparon sus habitaciones y aquéllas que lo precisaron hicieron uso, además, de los servicios del Centro Social San Antonio, lográndose una cosa enseguida: crear sentimiento de familia, una familia que, para la gran mayoría de ellas tiene un significado especial al encontrarse la suya propia muy lejos.
Se autodenominaron las “lunitas”, y por ahí funciona un grupo de WhatsApp con ese nombre. En el Hogar han estudiado, han descansado después del trabajo, han reído, han llorado, se han contado sus cosas, han celebrado sus cumpleaños…
El 27 de junio de 2014 fue una fecha muy especial para el Hogar, pues tuvimos a nuestra primera egresada universitaria, Nora, que se licenció en Derecho. Fue una tarde fantástica en la Facultad de Derecho. Nora fue la protagonista de una jornada especial en la que gran parte de sus “lunitas” estuvieron allí. Por supuesto que los frailes no faltaron.
Y llegó el primer verano, algunas de ellas volvieron a sus pueblos, otras, con sus familias demasiado lejos, en algún país del este, en un campamento saharaui o al otro lado del Atlántico, se quedaron. Y así vino septiembre y comenzó un nuevo curso, con algunas veteranas y otras recién llegadas, estudiantes y trabajadoras, y después las fiestas del Pilar, la Navidad, que tan especialmente se vivió…En total, DIECIOCHO MUJERES han convivido y compartido, han hecho fraternidad en el Hogar Hermana Luna durante su primer año de vida.
El día 28 de febrero de 2015 fue muy especial. Tuvimos un encuentro interreligioso muy emotivo, con indudable dinamismo ecuménico, cuando el Rector de la Universidad de Tifariti, la primera universidad saharaui, Prof. Jatari Hamudí Abduláh, vino a visitarnos, agradeciendo la labor desarrollada con sus estudiantes y ofreciéndonos su colaboración.
Pero el proyecto del Hogar Hermana Luna nunca hubiese tenido éxito sin una retroalimentación en cuanto a su labor social. En el Hogar no sólo se recibe, sino que también se da, se entrega trabajo, se ayuda a otras personas que necesitan atención, que las escuchen o que las ayuden. Por ello, desde el principio de este proyecto la comunidad del Hogar se involucró colaborando en labores de voluntariado en el Centro Social San Antonio así como en diversas actividades de sensibilización.
Podemos destacar las siguientes:
• 8 de marzo: Día de la Mujer trabajadora. Concierto en el palacio de Sástago cuya temática fue en torno al drama que vivían en el momento las mujeres africanas, rusas y ucranianas. Tres representantes del Hogar leyeron un emotivo manifiesto por la paz en español, ruso, ucraniano y suahili.
• 16 de abril: Día contra la esclavitud infantil. Concierto, mercadillo solidario y tertulia en colaboración con el Movimiento Cultural Cristiano en el Centro Cultural Teodoro Sánchez Punter.
• 1 de mayo: Día del trabajador. Concierto y tertulia musical contra la economía sumergida, sala de conciertos de Città di Roma Fundación.
• 25 de noviembre: Concierto y actividades de sensibilización en contra de la violencia contra la mujer, sala de conciertos de Città di Roma Fundación.
• 3 de diciembre: Concierto en el Centro Joaquín Roncal en colaboración con Città di Roma Fundación, por el día del Voluntariado.
• 21 de diciembre: Concentración contra las causas del hambre y concierto en Plaza de España, en colaboración con el Movimiento Cultural Cristiano.
• Durante todo el año: varias sesiones en colaboración con el grupo misionero Hermano Mundo, de la Parroquia de San Antonio. Se trata de mercadillos de artículos de artesanía africana, unidos a “pinchos solidarios”.
La recaudación se viene destinando íntegramente a estos proyectos:
o Centro de minusválidos Talita Kum de Lai (Chad).
o Escuela Jean Bosco de Dono Manga (Chad).
o Centro de mujeres y bebés Kutetea Uhai de Nairobi (Kenia).
o Construcción del acueducto para captar agua del río Mwanamalivo en Milange (Mozambique).
• Durante todo el año: Campaña “Aceite de oliva para todos”, consistente en surtir de aceite de oliva a familias de los barrios de Torrero y La Paz que habitualmente carecen de este alimento –no suele estar entre los que se reparten durante el año dado su elevado coste-. El reparto tuvo lugar, junto a la entrega habitual de alimentos, en la parroquia de San Francisco de Asís.