Es María Seco, abogada de formación. Siempre ha trabajado en el sector social. Empezó como abogada voluntaria en Cáritas, trabajando con personas extranjeras, y después en una ONG. Se enamoró de la profesión, y por derroteros de la vida tuvo que formar en violencia de género. En este campo se especializó y trabajó con mujeres durante los últimos 15 años de su vida laboral, compaginándolo con la atención a personas extranjeras, siempre prestando atención jurídica. Hace un año se le presentó el reto de abandonar la atención jurídica directa y coordinar el proyecto Afrique de SERCADE, a cuyo equipo se incorporó y donde cree que finalizará su andadura profesional.
Háblanos del proyecto Afrique. ¿En qué consiste y qué papel desempeñas en él?
El Centro de Día Programme Afrique es un recurso que ofrece varias respuestas para la población migrante de origen subsahariano recién llegada a Madrid.
Por un lado, el equipo, integrado por seis profesionales, intenta dar respuesta a las necesidades básicas que presentan los chicos que llegan al centro. Son personas en situación de calle o recién llegadas, que carecen de un espacio seguro en el que pasar la noche, así como de espacios para comer, ducharse, pasar el día, relacionarse con otras personas, etc. Desde el centro Afrique se busca un alojamiento de acogida urgente para cubrir las primeras noches, y hasta que quedan vacantes en los recursos de emergencia tanto públicos como privados con los que mantenemos coordinación. Para estos alojamientos de acogida urgente contamos con familias voluntarias y formamos parte de la Mesa por la Hospitalidad de la diócesis de Madrid, en la que algunas parroquias ofrecen espacios acondicionados para la acogida urgente por plazo máximo de un mes. También la familia Vedruna nos ofrece plazas de emergencia y acogida para los chicos.
Además de la respuesta de cubrir las necesidades básicas, desde el centro Afrique ofrecemos un espacio abierto de 14 a 20 h en el que los chicos pueden pasar la tarde, tomar un café con galletas, usar la wifi y compartir un rato con chicos en la misma situación que ellos.
También un equipo de voluntariado integrado por más de sesenta personas, colaboran impartiendo clases de castellano e informática, programando actividades culturales, apoyando la formación profesional y apoyo a la búsqueda de empleo.
Un equipo de salud colabora pasando consulta, impartiendo talleres básicos de salud y acompañando a los chicos a citas y gestiones médicas.
Asimismo, tenemos un equipo de voluntariado legal, que junto a la abogada de SERCADE, ofrece respuesta jurídica a las necesidades de los usuarios. Formamos parte de plataformas y alianzas con las que defender los derechos de las personas migrantes y participamos en acciones conjuntas, manifestaciones, recogidas de firmas, y cualquier acción que suponga incidencia social y política.
Mi papel en el Afrique es coordinar el equipo de profesionales y voluntariado, coordinar con recursos externos, buscar fuentes de financiación y nuevos recursos externos, e intentar que todo funcione bien y los chicos se sientan no solo atendidos, sino escuchados y acompañados en su proceso de integración, y que la sociedad seamos realmente una sociedad acogedora.
Háblanos de los jóvenes que integran el proyecto.
Los chicos que participan en el programa Afrique son, en un porcentaje altísimo varones jóvenes, procedentes de África subsahariana, aunque cada vez llegan más chicos de otras zonas de África, lo que nos plantea retos cada vez mayores por las dificultades que conlleva el desconocimiento de sus lenguas maternas. Presentan necesidades básicas de alojamiento, alimentación, higiene, formación, asesoría jurídica, empleo, documentación. Pero sobre todo un espacio en el que sentirse seguros y acompañados en su proceso migratorio.
Llegan a SERCADE porque en algún momento de su itinerario alguien les ha dicho: ve ahí que te van a ayudar. Esto es una frase que escuchamos a menudo, lo que significa que hemos creado un estilo propio que supone seguridad y confianza.
Por suerte contamos con un gran número de chicos voluntarios a los que llamamos “antiguos”, son chicos que han pasado por el proyecto y ya han iniciado una vida autónoma y nos ayudan tanto en la traducción e interpretación en las entrevistas, como en la acogida de los nuevos para explicarles el proyecto.
Nos gustaría que nos contaras alguna experiencia que te haya impactado.
Son muchas experiencias.
Recuerdo concretamente una, recién llegada al Afrique. En febrero del año pasado, un día muy frío y lluvioso llegué a trabajar y me encontré un chico en la sala de espera,. Eran las 10 h. Normalmente no abrimos el centro a los chicos hasta las 14h por lo que me extrañó verle. Me explicó que había pasado la noche en la calle en la puerta, y que al llegar los trabajadores más madrugadores de SERCADE le habían dejado entrar.
Desayunó y estuvo toda la mañana en el sofá, descansando, hasta que a las 14 h las técnicas pudieron atenderle. Tras la intervención con las profesionales del Afrique, pasando por plaza de emergencia y acogida, ahora está en un piso de autonomía viviendo y formándose. No siempre se ven los resultados tan rápido y no siempre depende de nosotras el “éxito” de una intervención, pero casos así son muy gratificantes. Podría recordar muchos. También alguno en el que no conseguimos vincular con el chico, y vemos que no podemos hacer una intervención como la tenemos planteada. En estos casos tenemos que pensar que ellos son adultos, libres de tomar sus decisiones y de equivocarse, y que, en todo caso, siempre estaremos aquí para acompañarles sin el otro momento están más abiertos a la intervención.
Tenemos que tener en cuenta que en el proceso de los chicos intervienen muchos factores: el acceso a la documentación, la posibilidad de cursar un itinerario formativo o laboral, la oferta de plazas en residencial…por lo tanto nosotras somos una pieza en este engranaje, pero no somos omnipotentes. Esto es importante tenerlo presente. Para mí es una máxima en mi trabajo diario que intento trasladar al equipo: las necesidades son infinitas y los recursos finitos, por lo tanto, no siempre podemos conseguir lo que nos proponemos.
¿Qué consiguen estos jóvenes tras la participación de SERCADE en sus vidas?
¡Qué pregunta más difícil! Algunos consiguen rápido el objetivo propuesto en el itinerario de intervención: legalizar su situación administrativa, encontrar una plaza para vivir, encontrar itinerarios formativos e incluso un empleo que le posicione más cerca de una vida autónoma. Pero en otros casos esto no es así; pero nunca se puede considerar un fracaso. En todos los casos consiguen aprender el castellano, saber moverse por Madrid y buscar los recursos en los que obtener ayuda, un espacio amigo en el que pasar la tarde y generar lazos de confianza. Una red de apoyo a la que volver cuando quieran, tanto si nos necesitan como si lo que quieren es colaborar de alguna forma en las actividades del Afrique. La mayor satisfacción es cuando chicos que han pasado por aquí y ya tienen vida independiente vienen a ayudar a sus compatriotas en la primera fase de su integración.
Para nuestros lectores… ¿por qué ayudar a este proyecto y cómo se puede participar en el mismo?
Se puede colaborar de varias formas. El proyecto está cofinanciado por la administración autonómica y municipal por medio de subvenciones, pero esto no cubre el total, ni siquiera el cincuenta por ciento, el resto de financiación proviene de fondos propios de los Capuchinos, o donativos particulares. Por lo que una forma importante de colaborar es con donativos económicos.
Asimismo, como he dicho antes, el voluntariado es el músculo sin el cual no podría funcionar este proyecto. Porque por mucho corazón que tenga, éste sólo bombea la sangre, pero necesita acción, mucha, para hacerlo funcionar. Y esta acción la incorpora el voluntariado en las distintas áreas que he mencionado y en las que puedan ir surgiendo.
En SERCADE soñar es necesario, y hace falta gente que ejecute nuevas ideas y nuevos retos.
Y por último, creo que la difusión del proyecto es otra forma de colaborar, hablando de él, y dándolo a conocer quizá consigamos nuevos donantes que ayuden a hacer posible nuestro sueño.
Cuéntanos qué olvidé preguntar y es importante decir sobre María y SERCADE.
Antes he mencionado muy de pasada un área que hemos retomado este año y que yo tengo especial ilusión y me gustaría mencionarla especialmente. Es el grupo de familias de acogida. Son familias que se ofrecen cada día para acoger en su casa a un chico (algunas dos) durante unas noches hasta que encontramos un alojamiento para ellos. Son familias que quieren abrir sus puertas a estos chicos, con los que comparten la cena, la casa y el desayuno, y que a la larga genera unos vínculos con los chicos que supone una auténtica respuesta social y comunitaria. Actualmente contamos con seis familias, pero ellas mismas han pedido que prolonguemos los tiempos de estancia en sus casas de manera que a los chicos les ”ahorremos” noches de pernocta en espacios más impersonales. Por este motivo necesitamos aumentar la red de familias disponibles que quieran alojar en sus casas durante una o dos noches (o más si lo prefieren) a los chicos que están en lista de espera de plaza en un recurso de emergencia. Las familias que participan nos transmiten lo que les ha enriquecido la experiencia y lo gratificante que es. Por eso invito a todas las personas que nos estén leyendo a probar formar parte de este grupo de familias.
Sobre María he de decirte que estoy encantada en el proyecto, para mí ha sido un reto entrar a coordinar un proyecto que funcionaba muy bien antes de que yo llegara y mantenerlo desde otra mirada sin perder la esencia.
Gracias María
A vosotros...